Saponificación

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Definición de Saponificación

El concepto de saponificación se refiere a la reacción química de carácter orgánico que usa un elemento alcalino para descomponer un éster en ácido carboxílico y alcohol. El uso principal de esta reacción la producción de jabón y productos derivados.

Glicerina y la Saponificación

Es importante aclarar que si se adquiere directamente una base de jabón de Glicerina no será necesario experimentar el proceso de saponificación, será suficiente con fundir la base, añadir los diferentes ingredientes, vaciar en el molde, dejar enfriar, cortar y listo, por lo que si queremos simplificar el proceso recomendamos este método.

Saponificación para hacer jabones

La saponificación es el proceso más importante de la fabricación de jabones. Es la reacción química que hace que las grasas y aceites que se usan para fabricar el jabón reaccionen con la lejía para formar el producto final del jabón. Saponificación significa literalmente «convertirse en jabón», si castellanizamos el término sería como decir jabonificación. Saponificación viene de la palabra sapo, que en latín significa jabón. Los productos de la reacción de saponificación son la glicerina y el jabón. Químicamente, el jabón es un ácido graso.

El procedimiento de Saponificación para hacer jabón es un proceso ecológico que ayuda a reciclar aceites que ya hemos usado en cocina u otros fines. La acción de producir jabones a partir de aceite usado es ecológicamente muy positiva.

Para que se produzca la reacción necesitamos una grasa animal o vegetal y un elemento alcalino. Como decíamos antes, podemos usar un aceite que ya hubiéramos usado con anterioridad.

Ingredientes y Materiales necesarios

600g de base de jabón de glicerina
15g de extracto de coco
Aceite virgen o usado
Sosa
Colorantes y pigmentos a elegir
Aceite esencial a elegir
Agua
Molde
Cuchara para remover la mezcla
Vaso de medio litro
Balanza electrónica de precisión

Reacción química de la Saponificación

En el proceso actúan en una misma reacción química los aceites, sosa y agua. Realizar la reacción es sencillo y seguro, aunque hay que tener paciencia.

Se miden 2L de aceite previamente colado para eliminar cualquier resto previo. Esto solo es necesario si no estamos usando un aceite virgen.

Se prepara una mezcla de sosa y agua disolviendo 200 gramos de sosa y 2 litros de agua.

Se agrega el aceite en un envase de capacidad suficiente para evitar derrames del contenido.

El recipiente con el aceite se sumerge al baño María.

Se va agregando muy lentamente la mezcla de agua y sosa al aceite y se mueve muy lentamente toda la mezcla 

A continuación se agregan los colorantes según se prefiera. 25 gramos deberían de ser suficientes para un color intenso. 

Agregar los aceites que darán aroma al futuro jabón y remover lentamente durante unos 40 minutos

Cuando la mezcla espese se vuelca en los moldes para hacer jabón

Finalmente solo hay que dejar que la mezcla repose durante 38 días para asegurarnos de que la sosa se ha eliminado por completo y tiene un PH perfecto para la piel. Tras el reposo, solo quedará retirarla del molde ya en estado sólido y podremos cortar nuestro jabón.

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